Escribir, leer, pensar
Dos y hasta tres veces tacho, borro, deshecho, cosas escritas. La claridad solo la encuentro al ver algo escrito, pequeños reflejos de memoria visual aún existentes.
Necesito un lugar ordenado, lo demás es irrelevante, si hay o no música, si hay una tele o mucha gente loqueando; me siento y leo, leo, leo, leo. Es tan delicioso como estar enamorado poder leer algo y no querer soltarlo.
Cuando escribo es diferente, es mejor si es en papel (y con el tiempo he aprendido a ser refinada hasta con el tema del papel: bloc de hojas amarillas a rayas, no hojas cuadriculadas), con lápiz o un bolígrafo cualquiera; y empiezo. Tengo gusto por escribir, desde apuntes hasta facturas, amo escribir, amo darme tiempo para hacerlo, amo descubrir una idea en la calle y saltar al bolso para anotarla, amo también poder revisar o encontrar esos textos después.
Escribir es como pensar, basta que salga una idea, y uno puede quedarse cómodamente divagando. Es necesario tener tiempo para leer, escribir y pensar, o más bien no tener tiempo.
Comentarios
Publicar un comentario